Señoras y señores, estamos en crisis, si. No voy a opinar sobre el porqué estamos con esa enfermedad que a los políticos no les gusta nombrar ni gestionar pero que a los grandes empresarios, por lo que dicen los datos, desean que suceda, desean tratar con sus medicinas permitidas (despidos baratos, sueldos bajos – con la imposición del; esto es lo que hay, en la calle hay mas como tu, y la contratación de personal ultra preparado para cubrir unos puestos de trabajo de baja cualificación) la infección del paro, porque, ¿qué gran empresa ha tenido pérdidas en este periodo de “crisis”? NINGUNA.
Aquellas personas que vivieron el franquismo, que identificaban en la UE las libertades pérdidas y la posibilidad de crear un estado de bienestar, vincularon Europa con un proyecto progresista y ahora parece olvidárseles esta realidad ideológica, una ideología últimamente difícil de defender en este país.
Ahora resulta que los ciudadanos de a pie, los ciudadanos que hacemos que todo esto funcione, si, nosotros somos los que movemos la maquinaria para que un país produzca su riqueza, nosotros somos los que añadimos valor a los productos españoles que tantos elogios reciben, ahora, no tenemos ninguna ideología política estable. ¿Se puede hacer del Barça un aficionado del Madrid porque su equipo encaje una derrota abultada? La respuesta es NO, pues en política parece ser que si, parece ser que quien hoy piensa como un progresista, mañana resulta ser una persona conservadora. Como personas, con fundamentos, no podemos dejarnos influir por el marcador y solo animar al equipo que va ganando, hay que animar a quien defiende los valores que tu crees que se ajustan mas a tus ideales. Hay que animar, hay que opinar, hay que VOTAR.
Tenemos elecciones, y ya hace unos días empezó la campaña. Son a mi entender (voy poco a poco poniendo mas atención a la letra pequeña y a las palabras que no se dicen en los discursos, que son la que más valor tienen) una elecciones presentadas como si fueran la salvación al país. Como si el día después del escrutinio final, España levantara la cabeza, saliera a la calle y estuviera todo solucionado, todos trabajando y consumiendo como si nada hubiera pasado y por supuesto manteniendo intactos los servicios públicos que tanto alardeamos de disfrutar. Nada más lejos de la realidad.
El cambio político dicen que será bueno, para invertir la opinión que tienen de España los inversores extranjeros. Mi pregunta es ¿son los inversores solo de derechas? Las manos que van a mover la maquinaria serán las mismas que antes de las elecciones, las nuestras. ¿Esta es la política moderna, la que se mueve en busca de capital y no cuida a sus ciudadanos?
Como dato para aquel que opina que la crisis de Europa es por culpa de gente con ideas progresistas apuntar que en el inicio de la crisis allá por 2008 en Europa de los 20 países mas importantes, 14 estaban gobernados por partidos políticos conservadores, ahora y antes de la marcha de Berlusconi y Papandreu, en 2011 tenemos 15 países de derechas, idea política que según algunos expertos nos sacara a nosotros los españoles de ese agujero en el que está metido.
Yo sin ser experto en materia política, pero informado diariamente (como ellos quieren/permiten), con unos ideales y con mi derecho a la opinión, diría que ningún partido político por si solo será capaz de sacar a España de esas arenas movedizas, donde intentar movimientos sin la ayuda necesaria es ir hundiéndose más y más. Por eso es importante, la necesidad de que gane quien gane las elecciones tenga enfrente un grupo político que le recuerde constantemente el camino que nos ha llevado a esta situación, para no volver a caminar por él.
